miércoles, 27 de mayo de 2009

Diagnostica tu propio estilo de aprendizaje.
El término estilo de aprendizaje se refiere al hecho de que cuando queremos aprender algo cada uno de nosotros utiliza su propio método o conjunto de estrategias. Aunque las estrategias concretas que utilizamos varían según lo que queramos aprender, cada uno de nosotros tiende a desarrollar unas preferencias globales. Esas preferencias o tendencias a utilizar más unas determinadas maneras de aprender que otras constituyen nuestro estilo de aprendizaje.
Todos no aprendemos igual, ni a la misma velocidad. En cualquier grupo en el que más de dos personas empiecen a estudiar una materia todos juntos y partiendo del mismo nivel, nos encontraremos al cabo de muy poco tiempo con grandes diferencias en los conocimientos de cada miembro del grupo y a pesar de que todos han recibido las mismas explicaciones y hecho las mismas actividades y ejercicios. Cada miembro del grupo aprenderá de manera distinta, tendrá dudas distintas y avanzará más en unas áreas que en otras.

Esas diferencias en el aprendizaje son el resultado de muchos factores, como por ejemplo la motivación, el bagaje cultural previo y la edad.

Existen varios autores que identifican varios estilos de aprendizaje pero nos quedamos con el establecido por Honey y Mumford el cual reconoce cuatro estilos de aprendizaje que a su vez constituyen un proceso cíclico de aprendizaje. Estos estilos son reflexivos, activos, teóricos y pragmáticos, cada uno de ellos con sus propias peculiaridades.
La actividad que se propone a continuación consiste en rellenar un cuestionario de Honey-Alonso acerca de nuestro estilo de aprendizaje. http://www.estilosdeaprendizaje.es/chaea/chaea.htm

Los resultados de mi cuestionario fue el siguiente:
Activo: 10 Reflexivo: 18 Teórico: 20 Pragmático: 18

De acuerdo a los resultados obtenidos en el cuestionario mi estilo de aprendizaje predominante es el teórico. Según este estilo de aprendizaje soy una persona metódica, lógica, objetiva, crítica y estructurada. Una persona con estilo de aprendizaje teórico se caracteriza además por ser una persona profunda en el sistema de pensamiento, a la hora de establecer principios, teorías y modelos que opta por la síntesis y el análisis de todo cuanto le rodea.

jueves, 21 de mayo de 2009

¿A qué nos referimos cuando hablamos de nivel educativo?

Capacidad de adquisición de aprendizaje que tiene un individuo o conjunto de individuos así como el conjunto de conocimientos adquiridos a lo largo de su vida y su aplicación en la práctica.

El nivel educativo en España está subiendo. Todo ello puede ser debido a las nuevas formas de adquisición del conocimiento, ya que el aprendizaje cada vez se asemeja más al ámbito no formal e informal, vivimos en un mundo caracterizado por la sociedad del conocimiento, donde predominan las tecnologías de la información y la comunicación. Existen numerosos canales de comunicación, los cuales dominan la información de acuerdo a intereses ideológicos, económicos… Cada vez más aprendemos a través de la experiencia y a través del lenguaje simbólico, no tanto a través de la lectura. Aprendemos todo aquello que nos llame la atención que constituya la esencia del contenido por ejemplo, una metáfora, un símbolo, algo atrayente que despierte nuestros sentidos.

No obstante, se presenta un problema en la difusión de información a través de los medios de comunicación. A través de estos canales recibimos este tipo de información y cada vez más la asimilamos sin analizarla. Lo curioso es que estos canales de comunicación nos transmiten la información de manera fácil y sencilla, lo cual provoca que sea todavía más llamativa. De ahí que los espectadores opten por asimilarla de una forma asequible. Por ello, es necesario enseñar a la sociedad a procesar la información que recibimos ya sea, simbólica o a través de la lectura.

miércoles, 6 de mayo de 2009

LOS PILARES DE LA EDUCACIÓN.
Según el Informe Delors la educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares:

1. APRENDER A SER.

La educación debe contribuir al desarrollo global de las personas con el fin de sean capaces de lograr un pensamiento autónomo y crítico y de elaborar juicios así como determinar qué quieren hacer en las distintas circunstancias de la vida. No se debe menospreciar en la educación ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria, razonamiento, aptitud para comunicar, espíritu crítico, curiosidad, control emotivo, autoestima, autoconocimiento…

2. APRENDER A HACER.

Este pilar de la educación está dirigido principalmente a la formación profesional así como a adquirir las competencias para hacer frente a un gran número de situaciones y a trabajar en equipo. Las competencias que se deben desarrollar, capacitan a la persona para la resolución de problemas, la responsabilidad, creatividad, iniciativa, motivación, persistencia…

3. APRENDER A CONVIVIR.

Este pilar de la educación se refiere a la capacidad de las personas de entenderse unas a otras, de comprender el punto de vista de los demás aunque no se compartan, realizar proyectos comunes. Aprender a vivir juntos, a interaccionar con los que nos rodean.


4. APRENDER A CONOCER.

Consiste en poseer una cultura general amplia, con conocimientos básicos de una gran cantidad de temas y conocimientos profundos específicos de algunos temas en particular. Implica aprender a aprender para continuar incorporando nuevos conocimientos a las estructuras ya establecidas.

La educación debe basarse en estos cuatro pilares ya que no sólo se basa en la adquisición de conocimientos sino que implica un desarrollo personal del alumno así como una buena interacción con su entorno y una cultura general.

lunes, 13 de abril de 2009

En lo que se refiere a las tres etapas en que podemos dividir la adultez (temprana, media y tardía), qué recomendaciones educativas harías para cada una de ellas.

Durante el periodo de la adultez, que abarca principalmente desde la adolescencia hasta la vejez, la persona va adquiriendo cambios tan decisivos y profundos como en las etapas anteriores provocados por las transformaciones biopsíquicas y la influencia del entorno.
Los rasgos principales de esta etapa son el equilibrio, la autonomía y responsabilidad, la capacidad de autodirección, el desempeño de diversos roles, proyecto vital.
Durante la etapa de la adultez es importante atender a los factores que inciden en los procesos de aprendizaje de la adultez. Entre ellos destacan la inteligencia, la memoria, la motivación y la experiencia.
En general se tiende a dividir la etapa de la adultez en tres grandes tramos:
- Adultez temprana (18 a 35 años aproximadamente).
- Adultez media (35 a 65 años aproximadamente).
- Adultez tardía (65 años en adelante aproximadamente).

Cada una de estas fases se caracterizan por una serie de rasgos principales. Entre ellos destacan los siguientes:
- Adultez temprana: acceso a la edad legal; enfrentamiento al mundo del trabajo, formación del núcleo familiar propio; cumplir con derechos cívicos…
- Adultez media: mayor productividad; consolidación de roles profesionales y sociales; máximo de autorrealización; contribución socioeconómica y política; declinación de las funciones físicas; riesgo de alejamiento forzoso del mundo laboral.
- Adultez tardía: disminución de actividades sociales; intereses menos intensos; aparición de afecciones crónicas; descenso de la capacidad para el trabajo físico e intelectual.

De acuerdo con los rasgos que presentan cada fase de las etapas de la adultez se pueden definir determinadas recomendaciones educativas para cada una de ellas:

- Adultez temprana (18 a 35 años): en este tramo de edad se podría recomendar principalmente educación en valores para participar en el contexto social así como en el contexto sociolaboral; ciclos formativos y escuelas talleres orientados a la inserción laboral; conocimiento de un segundo idioma como una oportunidad para la inserción laboral; orientación laboral; información acerca de la educación a los hijos para contribuir al desarrollo y consolidación de una familia; fomento del deporte para trabajar la forma física con el fin de crear un hábito saludable que pueda ser aplicable en edades avanzadas de la adultez.
- Adultez intermedia (35 a 60 años): en este tramo de edad se podría recomendar la formación complementaria a la ocupación profesional para enriquecer sus puestos profesionales; reforzamiento de vínculos sociales y afectivos; ejercicio físico para crear hábitos de vida saludables; recomendaciones de dietas saludables; recomendaciones de ocio y tiempo libre…
- Adultez tardía (a partir de 65 años): recomendaciones de actividades culturales, de ocio y tiempo libre para que aún se sientan partícipes de la sociedad; reforzamiento de vínculos sociales y afectivos; pautas para hacer frente a determinadas situaciones duras que se pueden presentar en esta fase tales como enfermedades, pérdidas de familiares queridos…

Con relación a la motivación, reflexiona personalmente y en grupo sobre los motivos intrínsecos y extrínsecos que te/os llevaron a cursar esta Diplomatura.

Elegí estudiar la diplomatura de Trabajo y Educación Social por circunstancias personales, principalmente por problemas familiares que me motivaron a conocer profundamente el ámbito del Trabajo Social fundamentalmente. No obstante, en el momento de rellenar la preinscripción observé que existía la titulación conjunta de Trabajo Social y Educación Social, y decidí elegir como primera opción la conjunta. Verdaderamente me interesaba el Trabajo Social pero opté por la conjunta porque en un año más tenía la oportunidad de disfrutar de dos titulaciones.


Confecciona tu propia definición de persona adulta incluyendo todos los aspectos (económicos, legales, antropológicos, pedagógicos, psicológicos, biológicos…) que estimes oportunos.

El concepto de persona adulta es difícil de delimitar puesto que su significado variará dependiendo del objeto de estudio que se adopte.

Una persona adulta es aquella que ha terminado de crecer, que se encuentra en el período intermedio entre la adolescencia y la vejez, aquella persona que alcanza la mayoría de edad. Este período abarcaría desde los 20 a los 60 años, el cual variará dependiendo de la cultura. Esta edad supone que la persona está capacitada para obrar, que puede disponer por sí mismo sin necesidad de estar bajo tutela de otros. Además se une a ello el desempeño de un conjunto de roles reconocidos en la sociedad; un alto nivel de responsabilidad; alto nivel de autonomía personal; un alto índice de reconocimiento social así como el reconocimiento de sus derechos, libertades y responsabilidades. Desde el punto de vista psicológico una persona adulta se caracteriza por un mayor equilibrio personal, mayor empatía de sentimientos afectivos y relaciones amorosas, plenitud de juicio, realismo, estabilidad emocional, aceptación de sí mismo, objetividad en el conocimiento así como la posesión de un proyecto vital.

A continuación aparecen unos textos, intenta analizarlos y determinar cuál es el concepto de formación de personas de adultas que se deriva de los mismos, el perfil de los formadores/as y educadores/as y los objetivos y finalidades que se desprenden de las ideas manifestadas.

“Las escuelas de adultos no se conocen todavía en España sino como establecimiento destinados a suplir la falta de instrucción primaria en los que han dejado de adquirirla en su infancia”. (Gil de Zárate, 1852)

En este fragmento de Gil de Zárate se encuentra implícita una definición de educación de adultos no reconocida tal y como es entendida en la actualidad. Según este autor la educación de personas adultas es aquella educación que se basa en retomar el proceso de aprendizaje de todas aquellas personas que, en su pasado, no consiguieron superarlo. Esta definición no refleja muchos aspectos de la educación de adultos tal y como se entiende en la actualidad.

Hoy día la educación de adultos es el conjunto de procesos educativos que abarcan un universo formativo muy amplio compuesto por áreas tales como personal, académica, social, cultural, económica, ciudadana y profesional. Los destinatarios de la educación de personas de adultas tal y como se entiende en la actualidad son aquellas personas en edad postescolar y han abandonado el sistema formal, los que están o deberían estar en la vida activa; es decir, se trata de las personas que no tienen el estudio por ocupación principal. La meta de la educación de adultos es la formación integral de la persona.


Como vemos, la educación de adultos en la actualidad es mucho más que la continuación del proceso de aprendizaje anteriormente no superado tal y como señala Gil de Zárate.

“Existe una institución que figura como la primera de las que pueden favorecer la instrucción general: las Escuelas de adultos, a las que es dado anticipar el período de generalización de la enseñanza primaria, pues ellas concurren personas que por su edad se han sustraído ya a las influencias de las escuelas comunes.” (Circular de 20-XII-1865)

Esta definición determina que la educación de adultos se corresponde con una educación general pero pone especial hincapié la enseñanza primaria como la base de dicha educación. Resalta dicha educación porque se destaca que dicha educación está pensada para aquellas personas que carecen de una base educativa para continuar su proceso de aprendizaje. No obstante, en esta definición no se mencionan otras áreas de educación tales como personal, social, cultural, económica, ciudadana y profesional tal y como se resalta hoy día en la educación de personas adultas. Según esta definición la dimensión principal de la educación de adultos es la enseñanza primaria pues hace mención también a la instrucción general pero no expresa el significado de dicha expresión.


Hoy día la educación de adultos tiene tres dimensiones principales, las cuales quedan carentes en la definición de (Circular de 20-XII-1865). Entre ellas destacan:


- Los aprendizajes básicos tales como conocimientos adecuados al contexto para lograr una serie de competencias; esto es, lenguaje, conocimientos históricos, geográficos, sociedad e idiomas, tecnologías de la información y comunicación, espíritu empresarial y habilidades para la socialización.
- Formación para la vida laboral.
- La educación para la participación cívico-social y cultural.

“Estas enseñanzas para los adultos y aprendices que no requieren por lo general nuevos locales, que suelen darse de noche; que no exigen aumento de Profesores, pues han de consagrarse a ellas los titulares de cada pueblo, los párrocos u otras personas que quieran prestar tan importante servicio, que deben comprender, según las localidades, explicaciones de procedimientos industriales, agronómicos, o lecciones de música y dibujo, con que importa enriquecer la educación popular, merecen llamar muy preferentemente la atención de V.S., que deberá dedicar cuantos medios le sugieran su celo y experiencia para acrecentarlas y difundirlas.” (Circular de 20-XII-1865).

Esta definición enfoca la enseñanza para adultos como educación popular, la cual no requiere un gran número de recursos (profesores, locales) para llevarla a cabo. Es entendida como una forma de difundir la cultura del pueblo en la que el sujeto es un ser pasivo que recibe conocimientos por parte de aquellas personas del pueblo especializadas que quieran prestar su servicio.
No obstante, la educación de adultos tal y como es entendida hoy día incluye otros aspectos. Está dirigida a personas que no tienen el estudio por ocupación principal. Se define por el conjunto de procesos educativos que abarcan áreas tales como personal, social, cultural, profesional… Su meta es la formación integral de la persona a través del desarrollo de aptitudes, adquisición de valores y de conocimientos, mejora de competencias técnicas y profesionales… La clave de la educación de adultos es centrarse en la trayectoria vital de la persona, es decir, tener en cuenta en todo momento su experiencia para así poder construir el proceso de aprendizaje de la misma. Además se requiere de una implicación del individuo en dicho proceso, el sujeto debe ser un ser activo en el proceso de aprendizaje y establecerse una relación educador-educando para lograr la máxima adquisición de valores, aptitudes, conocimientos, competencias…

“La escuela primaria debe ensanchar el límite de sus posibilidades, ofreciendo a los adultos soluciones de orden a una completa educación, bien esencialmente cultural, para aquellos que no pueden luego cultivar superiores estudios científicos o literarios, bien con aplicaciones de prácticas profesionales para los alumnos de los últimos grados, de modo que una u otra dirección sirvan de estímulo y atractivo para prolongar voluntaria y útilmente la edad escolar de los adultos, sin la imposición de preceptos que fácilmente se ordenan y difícilmente se cumplen”. (RD, 25-IX-1922).

En esta definición se menciona la educación de adultos como una formación que permite una educación completa destacando el aspecto cultural que brinda la oportunidad a todas las personas que no han logrado cultivar estudios superiores así como prácticas profesionales. Además de esto, en la definición anterior hay un aspecto que llama especialmente la atención que se corresponde con el principio del fragmento, en el cual se pone de manifiesto que la institución que debe ofrecer una completa educación a los adultos es la escuela de primaria. No obstante, no aclara la expresión educación completa, lo cual puede tener diferentes connotaciones.